26 January 2008

Adolescencia

En el balcón, un instante
nos quedamos los dos solos.
Desde la dulce mañana
de aquel día éramos novios.

–El paisaje soñoliento
dormía sus vagos tonos,
bajo el cielo gris  y rosa
del crepúsculo de otoño–.

Le dije que iba a besarla;
bajó, serena, los ojos
y me ofreció sus mejillas
como quien pierde un tesoro.

–Caían las hojas muertas,
en el jardín silencioso,
y en el aire erraba aún
un perfume de heliotropos–.

No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
…y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos.

Juan Ramón Jiménez

5 comments:

LSEP said...

Ai, malament… Estic romanticona, avui!

Anonymous said...

Esta poesía ya la conocía, a lo mejor me la enseñaste tú. Es muy bonita. XD ¿Ves? Las poesías de amor sobre una pareja joven o unos novios sí que me gustan. XD Aixxxx

Adasa Aeneas said...

Que bonito!!! Me encanta los colores de esta poesía. Yo no la conocía...

Anna said...

aiix... doncs a mi no m'agrada... iups... xD o_O =P

LSEP said...

Com pot ser que no t'agradi?

La dolça malenconia plena d'esperança, la tendresa d'aquest llenguatge sense gaire embuts… Els colors, com diu l'Adasa…

Aquesta poesia és un trosset de sucre caramel·litzat amb gust de futur i olor de roses. Ara explica'ns per què no t'agrada.

Ja sé per què no t'agrada. Acabo de detectar una errada tipogràfica. xD