11 December 2009

La entropía y la generación de entropía en la vida diaria

La entropía se considera como una medida del desorden o desorganización en un sistema. Del mismo modo, la generación de entropía es una medida del desorden o desorganización generados dentro de un proceso. El concepto de la entropía no se emplea en la vida cotidiana tan ampliamente como el concepto de la energía, aunque la entropía se aplica con facilidad a diversos aspectos de la vida diaria. La extensión del concepto de entropía a campos no técnicos no es una idea nueva, ha sido tema de varios artículos e incluso de algunos libros. A continuación se presentan varios acontecimientos ordinarios y se muestra su relevancia en relación con el concepto de la entropía y de la generación de la misma.

La gente eficiente lleva vidas de baja entropía (altamente organizada). Ellos tienen un lugar para todo (incertidumbre mínima) y requieren energía mínima para encontrar algo. En cambio, la gente ineficiente son desorganizadas y llevan vidas de alta entropía. Les toma minutos (si no horas) encontrar algo que necesiten, y es probable que creen un gran desorden cuando lo buscan puesto que lo más probable es que conduzcan la investigación de una manera desorganizada. La gente que lleva estilos de vida de alta entropía siempre está corriendo pero nunca llega a ningún lado.
Es probable que el lector observe (con frustración) que ciertas personas parecen aprender más rápido y recordar bien lo que aprenden. Se puede llamar aprendizaje organizado o de baja entropía. Estas personas hacen un esfuerzo consciente para archivar la nueva información de manera apropiada, la relacionan con su base de conocimiento existente y crean una sólida red de información en sus mentes. Por otro lado, la gente que conforme al estudio arroja información dentro de sus mentes, sin ningún esfuerzo para asegurarla, puede pensar que está aprendiendo. Ellos están condenados a descubrir otra cosa cuando necesite localizar la información, por ejemplo durante una prueba. No es sencillo recuperar información de una base de datos que está, en cierto sentido, en la fase gaseosa. Los estudiantes que tienen lagunas durante las pruebas deben reexaminar sus hábitos de estudio.

Una biblioteca con un buen sistema de clasificación y catalogación se considera una biblioteca de baja entropía debido al alto nivel de organización. Del mismo modo, una biblioteca con un sistema pobre de clasificación y catalogación es una biblioteca de alta entropía debido al elevado grado de desorganización. Una biblioteca que no tenga sistema de catalogación no es una biblioteca, puesto que un libro no es valioso si no puede encontrarse.

Considere dos edificios idénticos: cada uno tiene copias idénticas de un millón de libros. En el primer edificio los libros se apilan uno encima del otro, mientras que en el segundo edificio están altamente organizados, clasificados y catalogados para fácil referencia. Es probable que no haya duda de a cuál edificio entrará un estudiante para consultar cierto libro. Sin embargo, alguien podría argumentar que desde el punto de vista de la primera ley estos dos edificios son equivalentes ya que la masa y el contenido de energía de los dos son idénticos, a pesar del alto nivel de desorganización (entropía) del primer edificio. Este ejemplo muestra que cualquier comparación realista debe incluir el punto de vista de la segunda ley.

Dos libros de texto que parecen ser idénticos debido a que ambos cubren básicamente los mismos temas y presentan la misma información en realidad pueden ser muy diferentes, depende de cómo abordan los temas. Después de todo, dos automóviles que parecen idénticos no lo son si uno recorre la mitad de millas que el otro con la misma cantidad de combustible. De igual manera, dos libros aparentemente idénticos no lo son tanto si requiere el doble de tiempo aprender un tema con uno de ellos que con el otro. De ese modo las comparaciones que se hacen con base en la primera ley es posible que estén sumamente equivocadas.

Tener un ejército desorganizado (alta entropía) es lo mismo que no tener nada. No es una coincidencia que los centros de comando de cualesquiera fuerzas armadas se encuentran entre los blancos fundamentales durante una guerra. Un ejército compuesto por diez divisiones es diez veces más poderoso que diez armadas consistentes cada una en una sola división. De igual manera, un país que se compone de diez estados es más poderoso que diez países, cada uno integrado de un solo estado. Estados Unidos no sería un país tan poderoso si hubiera cincuenta países en su lugar en vez de un solo país con cincuenta estados. El nuevo mercado común europeo tiene el potencial como para ser la nueva superpotencia económica. El viejo cliché “divide y vencerás” puede ser parafraseado como “aumenta la entropía y vencerás”.

Se sabe que a la fricción mecánica siempre la acompaña la generación de entropía, y que así se reduce el rendimiento. Es posible generalizar esto para la vida cotidiana: la fricción con los compañeros en el lugar de trabajo está condenada a generar entropía y, en consecuencia, a afectar adversamente el rendimiento. El resultado será una reducción en la productividad. Hay esperanzas de que algún día se establezcan algunos procedimientos para cuantificar la entropía generada durante actividades no técnicas y tal vez, incluso, para señalar sus fuentes primarias y magnitud.

También se sabe que la expansión libre (o explosión) y el intercambio de electrones incontrolado (reacciones químicas) generan entropía y son altamente irreversibles. De igual manera, abrir la boca sin ninguna restricción para soltar palabras de enojo es altamente irreversible cuando esto genera entropía, y puede provocar un daño considerable. Una persona que se enoja con facilidad está condenada a perder.

Extret íntegrament del Çengel and Boles. No està gaire ben traduït però com que no tinc els drets m'estalvio la feina...

1 comment:

Abel Herrera Cambeiro said...

Acabo de leer el articulo de la entropía y se me ha quedado esta frase: "la fricción con los compañeros en el lugar de trabajo está condenada a generar entropía y, en consecuencia, a afectar adversamente el rendimiento".
Estoy convencido que esta persona tiene un conocimiento sobre el comportamiento social mucho más amplio que el mío, pero siento que hay algo que humildemente me gustaría decir, si me lo permiten.
Lo más importante, creo yo, que podemos hacer es relacionarnos y establecer lazos con los demás. Hacer que el cariño fluya entre todos hasta lograr una empatía mutua (lo más global posible).

Este aprecio incluye un acuerdo que debemos respetar : Cuando alguien intenta asimilar conocimientos al estudiar, o intenta volcarse satisfactóriamente en un trabajo, no debemos interrumpirlo.
Visto de otra forma. Es algo ameno hablar con los demás de las experiencias propias de cada uno cuando el ritmo de trabajo no es muy elevado o disfrutamos de un descanso. Pero vuelta al trabajo serio, si realmente estimamos a alguien debemos permitirle aislarse durante un período de tiempo (que normalmente suele ser unos minutos o unas horas, pero que puede llegar a ser meses en ciertos casos) para que adquiera un equilibrio consigo mismo, con el que pueda conocer su propio rendimiento, y mejorarlo si se siente impulsado a ello. Esto no debemos entenderlo como un intento del individuo a aislarse personalmente de nosotros, sino como una necesidad de ubicación.
El problema está en que muchas veces este espacio no se respeta, o los desacuerdos con los demás perduran dentro de nosotros cuando volvemos a encender nuestra maquinaria pensante, lo cual lleva directamente a un descenso en el rendimiento.
PERO!!!. Hay un gran "pero". Todos estos conflictos se pueden solucionar hablando y entendiéndonos, lo cual probablemente nos lleve a un incremento del rendimiento.

Pero hay algo más, una cosa más grande que todo el conocimiento que podamos dar o recibir. Y esto es el amor amigos míos. Y no debemos permitir que la sociedad nos priorice centrarnos en aprender el 2+2 (o la entropía en un sistema adiabático de flujo no estacionario) en lugar de atender a alguien que nos necesita. Aunque sea bastante común la búsqueda de cumplir en el trabajo o de conseguir una buena nota en clase, no nos va a llenar más saber calcular integrales que el abraso de una persona que nos quiere. Nacimos en este mundo como personas y el objetivo principal es querernos, si dejamos de lado esto por otros asuntos que nos parezcan más importantes creo que debemos tener cuidado en lo que estamos haciendo.
Personalmente he comprobado que admitiendo las necesidades que tengo hacia otra persona he sido capaz de mejorar mi rendimiento, ya que he logrado entenderme mejor a mi mismo, reducir la entropía que había en mi mente y consecuentemente, orientarme mejor, y todo comenzó gracias a la fricción con los compañeros en el lugar de trabajo.