9 March 2008

Cuatro pinceladas de historia inglesa a partir de canciones de niños

Es interesante ver cómo la historia de un pueblo impregna todas y cada una de sus manifestaciones culturales a lo largo de los siglos: vestido, lengua, gastronomía… La mayoría de la gente suele estar informada acerca de éstas, que son las que más llaman la atención, pero en este escrito voy a tratar una parte pequeña y concreta de la literatura, a menudo ignorada por los grandes y los mayores, pero muy querida por los pequeños y los curiosos: todo el conjunto de nanas, canciones de cuna y, en general, canciones infantiles del pueblo inglés. Evidentemente, en todas partes las habrá con su lógica y su significado; sin embargo, he escogido éstas porque, de las tres lenguas con que he crecido, indudablemente es la inglesa la que presenta mayor riqueza de trasfondos y contenidos en este aspecto. Para ilustrar esto, he escogido cuatro canciones de las más famosas: canciones que todo inglés que se precie como tal conoce y se sabe desde antes de tener uso de razón.

Humpty Dumpty sat on a wall,
Humpty Dumpty had a great fall;
All the King’s horses and all the King’s men
Couldn’t put Humpty together again!


Una, conocida en toda Europa, es Humpty Dumpty, el mismo de Alicia en el País de las Maravillas, para poner un ejemplo. Normalmente se le representa como un huevo que se sienta en una pared, se cae y, según la canción, “ni los caballos del Rey ni sus hombres son capaces de recomponerlo”. De hecho, las palabras “Humpty Dumpty” se utilizaban antes en Inglaterra para referirse a una persona obesa, pero Humpty Dumpty, en realidad, no era ni lo uno ni lo otro: era un cañón. Y un cañón real, claro, real y realista. Tuvo su momento de gloria en plena Guerra Civil inglesa, uno de los periodos más turbulentos de la historia de este país —aunque de éstos tiene muchos—: un conflicto largo y sangriento que enfrentó al rey, Carlos I Estuardo, con Oliver Cromwell, que estaba a la cabeza de los parlamentaristas. Básicamente la guerra surgió porque Carlos I, casado con la princesa Enriqueta de Francia, tenía al pueblo harto de sus abusos y de las costumbres católicas que permitió que su señora trajese de su patria natal; y esto, muy resumido, fue lo que sumió el país en una época de caos, desastre y aniquilación. Una de las refriegas más memorables fue la de Colchester, una ciudad del norte de Inglaterra en poder de los realistas, que fue asediada por los parlamentaristas durante el verano de 1648. El ejército de Carlos I disponía de una artillería excelente, y Humpty Dumpty era un gran cañón que fue situado estratégicamente sobre la muralla. No obstante, todo lo que logró hacer fue fastidiarles la vida un rato a los hombres de Cromwell, porque le pegaron un cañonazo a la pared donde estaba, se cayó y luego tomaron la ciudad, lo volaron todo por los aires, cañón incluido, y “ni los caballos del Rey ni sus hombres fueron capaces de recomponerlo”. Fue una victoria bastante importante para los parlamentaristas, y, si a alguien le interesa saber cómo terminó el asunto, echaron a la reina, le cortaron la cabeza al rey y Cromwell quedó como Lord Protector. Y se acabaron los huevos/obesos/cañones durante un tiempo.

Mary, Mary, quite contrary,
How does your garden grow?
“With silver bells and cockle shells
And pretty maids all in a row.”


Otra canción que alude a un personaje real poco simpático es Mary, Mary, quite contrary, que se podría traducir como “Mary, Mary, siempre llevando la contraria”. Esta señora no es otra que la conocida como “Bloody Mary” (¿quién le puso nombre de cóctel a la pobre mujer?), la reina María I Tudor de Inglaterra, apodada “la Sangrienta”. Hija del primer matrimonio de Enrique VIII —con Catalina de Aragón—, fue educada en la religión católica y marginada y reprimida durante su infancia y adolescencia. Luego, cuando le tocó ser reina, empezó por cargarse todo y a todos los que le podían suponer un peligro, sobre todo a los protestantes, de una forma que seguramente ella habría llamado expeditiva, eficiente y eficaz, pero que yo califico de cruel, desmesurada y monstruosa. No es de extrañar, dadas las circunstancias; pero esto no la justifica. Incluso se casó con Felipe II de España para que éste le facilitase la tarea de volver católico el país. ¡Le dio por enamorarse de él, encima! Luego, Felipe, once años menor que ella, se fue a atender sus asuntos y ella pilló una depresión que la mató. Pero bueno, a más gente mató ella, y de esto va la cancioncilla. Bonito, ¿verdad? De pequeña, cuando la oía, me imaginaba el jardín que se describe en la letra, y la tal Mary era una niña con un vestido lila, las mejillas sonrosadas y el pelo negro, que se paseaba arriba y abajo, y en el jardín, de acuerdo con la canción, había campanillas de plata y conchas y bellas doncellas en fila. No fue hasta más tarde que me enteré de que de niña bonita con vestido lila, nada de nada: más bien una mala sombra de mujercita pelirroja, de piel arrugada, áspera voz y sin cejas ni pestañas (palabras de su esposo). De campanitas y conchitas menos aún: eran palabras populares para designar dos instrumentos de tortura, uno para estrujar y romper los pulgares y otro para hacer lo mismo con los genitales. Y las bellas doncellas eran guillotinas. Qué duro es crecer. Se da cuenta una de cada cosa fea…

Georgie Porgie, pudding and pie,
kissed the girls and made them cry;
when the boys came out to play,
Georgie Porgie ran away.


Luego hay otra, Georgie Porgie, que no habla de un rey, sino de un duque. La canción, traducida, va más o menos así: “Georgie Porgie, pastel y empanada, besó a las chicas y les hizo llorar; cuando los chicos salieron a jugar, Georgie Porgie se escapó”. Esto del pastel imagino que es más para rimar que para otra cosa. Pues este Georgie Porgie, según parece, es George Villiers, el primer duque de Buckingham, el que sale en Los tres mosqueteros, que en realidad son cuatro, pero bueno. Este hombre se pasó la vida liando las cosas de mala manera: mantuvo uno de los affaires más escandalosos de la época con la princesa española Ana de Austria, esposa de Luis XIII de Francia; las malas lenguas y la historia dicen que el duque era amante del rey, también; y además fue él quien arregló el matrimonio de su hijo —el hijo del rey—, el antes mencionado y tristemente célebre Carlos I, con Enriqueta María. Por todo esto, y por todas las veces que se pasó de la raya con quien pudo, era muy odiado en todos los ámbitos, hasta que el Parlamento perdió la paciencia, y me parece que el hombre no tuvo un final muy agradable. Diría que fue asesinado. Sea como fuere, en la letra de la canción se ven claras alusiones a lo que en vida se dedicó a hacer. Hay cosas que todo el mundo sabe pero que nadie puede decir. Por lo menos directamente…

Ring a ring o’roses,
A pocket full of posies,
Atishoo!, atishoo!,
we all fall down!


Otra canción, y con ésta acabo, habla de una gran desgracia que asoló la ciudad de Londres en 1665: la epidemia de peste negra. Esta tonada en cuestión es una danza que los niños bailan en corro. La letra, que parece que hable de coronas de rosas y bolsillos llenos de flores, en realidad se refiere a las ronchas circulares que a los enfermos les aparecían en la piel y a la costumbre de llevar flores fragantes encima, ya que se creía que la enfermedad se propagaba por los malos olores. Los estornudos de los últimos versos eran otro síntoma, y una vez se manifestaban en alguien, aparentemente el pobre ya estaba condenado: “¡Caemos todos!” Cuando los niños juegan, se tiran al suelo al cantar esta última línea. Hay que ver qué bestias son los críos, para que luego vayan hablando de la bondad innata del ser humano. O esto, o es que no lo saben. Que también.

Evidentemente, el día que tenga niños a quienes cantar, escogeré canciones de otro folklore, cualquier otro, el que sea…

5 comments:

Ricky said...

Doncs mira que el de "here comes the candle to light you to bed, and here comes the chopper to chop off your head. Chip, chop, chip, chop (etc)"... Els nens devien dormir amb uns somnis fantàstics... :P

LSEP said...

Sí, però aquesta no era una nana. Crec que també era un ball el corro o en dues fileres. "Oranges and lemons..." També la vaig mirar aquesta, però no la vaig incloure perquè no volia fer-ho massa llarg. Té la seva història en els condemnats a mort i la seva última nit a la presó. Preciós.

Les explicacions que volia incloure: està en castellà, per cutres que han hagut de quedar les traduccions, perquè vaig matar dos mixones d'un CDR (cop de pedra): em van demanar un assaig per castellà i feia temps que volia escriure sobre aquest tema. Així que voilà.

LSEP said...

..."un ball EN corro", perdó.

Marc-Daniel said...

Molt be cosineta, t'ho has currat! Molt interessant aquest assaig. M'encanta el teu estil d'escriure, ho fas molt llegible i amè. Val a dir que de petit escoltava aquestes tonades amb un disc de vinil, i aquestes segones intencions no en teniem ni idea fins molt més endavant :D

LSEP said...

Ai, no és cop de pedra, és cop de roc. Que ruca.

Gràcies, Marc! Quin tip de llegir t'has fet, per això!